En tu perfil profesional es importante que la imagen que aparezca sea la tuya, reciente y procura no abusar de Photoshop. Transmite los mensajes que son relevantes en lo que realizas, por ejemplo: Si eres abogada, lo ideal es una fotografía profesional con ropa ejecutiva, de preferencia de colores monocromáticos, con maquillaje y accesorios discretos y una postura de seguridad y confianza. Si eres tatuador, tu fotografía podrá ser con camiseta de manga resacada, los brazos al descubierto para mostrar los tatuajes, tal vez vestido de negro.

La foto de portada de preferencia que vaya en sintonía con los colores y tipografía de tu marca, con el logo de tu negocio o marca y que tenga los pixeles adecuados para esa función.  

Otro aspecto importante es cuidar la ortografía, tipo de comentarios y vocabulario, descuidar estos aspectos puede restarte credibilidad y dar la impresión de ser una persona poco profesional. Si es un perfil laboral, busca ser ecuánime para abarcar a todo tipo de públicos. Temas sobre política, religión, aborto, etc., son controversiales y pueden hacerte perder varios seguidores.

Recuerda que lo más importante en nuestros perfiles de redes sociales es la coherencia. Pues lo que las demás personas encuentren de ti en internet, debe coincidir con la imagen que das en persona.  Tus objetivos no deberían de cambiar y deberían estar alineados. Por lo tanto, procura no publicar la misma información en todas las redes, ya que cada plataforma tiene un público y objetivo distinto. Aprovechar las imágenes y seguir las tendencias es importante para que te posiciones en las búsquedas y preferencia de tus seguidores. Igualmente, es importante generar contenido que promueva la interacción y si no puedes pagar una persona que se encargue específicamente de tus cuentas, procura darte un espacio diario para checar mensajes y responder preguntas.

Recuerda que tu imagen cibernética es una extensión de tu marca personal.