Abulia: Qué Es, Causas, Síntomas Y Tratamiento
La abulia, sus síntomas como la desgana o la falta de motivación son el eje del tratamiento psicológico para superar esta falta de ganas. Es frecuente en este cuadro que los sentimientos y pensamientos acerca de la vida que se está teniendo no es suficientemente buena, no tiene pasión y los días pasan sin pena ni gloria. Parece que no aportan cosas positivas y parece que no hay nada que hacer para remediar la situación.
Por sus características, la abulia es algo que, aparentemente, puede parecer que no pasa nada grave, parece que en muchos casos se confunde con pereza o procrastinación, para empezar algo y romper el estado de inactividad.
Es un hecho que eres capaz, que lo creas es tu elección.
Anibal Pérez
¿Qué Es La Abulia?
La abulia es una condición psicológica que hace referencia a la incapacidad de motivarse o ilusionarse a la hora de realizar cualquier tipo de actividad, sea o no sencilla. Así, las personas que la sufren poseen una apatía extrema, pudiendo llegar a desatender sus rutinas diarias.
En muchas ocasiones, debido a sus síntomas y características, la abulia es confundida con la pereza o la procrastinación, pero nada más lejos de la realidad. Este fenómeno psicológico presenta una falta de interés, energía y voluntad en extremo que, si persiste en el tiempo, puede afectar notablemente a la vida personal, laboral y social de las personas, siendo necesario descubrir cuál es su causa y tratarla.
¿Cuáles Son Las Causas De La Abulia?
La abulia suele ser una de las manifestaciones más frecuentes de la depresión y de otros trastornos psicológicos. Además, puede tener su origen en otro tipo de causas.
Causas biológicas. A veces, la abulia está provocada por lesiones frontales en el cerebro, los ganglios basales o el cingulado anterior, ya que son zonas relacionadas con los cambios de motivación. El origen de las lesiones puede deberse a traumatismos craneoencefálicos, a enfermedades cardiovasculares o a otro tipo de patologías neurológicas y físicas.
Causas ambientales. Situaciones de estrés prolongado o experiencias vitales complicadas y/o traumáticas también pueden influir en el desarrollo de la abulia.
Síntomas De La Abulia
Algunos de los principales síntomas que experimenta una persona que sufre abulia son los siguientes:
Falta de energía, motivación e interés a la hora de realizar cualquier tipo de actividad, desde aquellas relacionadas con el ocio a otras más rutinarias, como las laborales.
Incapacidad para tomar la iniciativa. Incluso en situaciones que anteriormente le resultaban agradables, la persona que sufre abulia no encuentra ningún tipo de placer o sentimiento de bienestar.
Bloqueo e indecisión. Ante una desgana constante y persistente, la toma de decisiones también se ve afectada.
Pérdida de interés a nivel de pareja. Es habitual que esta condición psicológica conlleve a dificultades comunicativas con la pareja o a una falta de deseo sexual.
Aislamiento social. Debido a la falta de ganas por llevar a cabo diversas actividades, es normal que también se reduzcan las interacciones sociales fuera del hogar.
Abandono personal. Las personas con abulia suelen prestar poca atención a su higiene, mostrando un aspecto descuidado.
Inhibición motriz. La pérdida de entusiasmo también hace que los movimientos y la capacidad de reacción sea menor. Del mismo modo, los pensamientos se hacen más lentos.
Somnolencia o insomnio, así como cansancio y falta de energía durante todo el día.
Al no tener ganas de hacer nada, las tareas y actividades se posponen o se alargar y, por tanto, es habitual que se atrasen. Todo esto provoca que las personas con abulia tengan emociones y sentimientos de malestar, tristeza y frustración.
Tratamientos Para La Abulia
Como se ha podido ver, la abulia puede estar causada por distintas patologías, por lo que el tratamiento variará en función del diagnóstico al que se haya llegado. Ahora bien, es común que se combine la terapia farmacológica y la psicoterapia.
El uso de psicofármacos, siempre prescritos por un profesional y consumidos bajo su supervisión, ayudan al paciente a reducir la intensidad de los síntomas, pero en ningún caso son la cura para la abulia. De ahí que sea necesaria la terapia psicológica.
La psicoterapia, por su parte, está enfocada en impulsar al paciente a la acción, normalmente con la realización de actividades que le resulten agradables. Además, también se buscará que adopten pensamientos, conductas y rutinas más saludables con el fin de que recuperen su calidad de vida y bienestar. (SG)
