La Timidez De Los Emprendedores
La Timidez De Los Emprendedores
Hay una idea falsa de que todos los emprendedores son sociales, el alma de la fiesta y que tienen personalidades únicas. Pero no es así. Hasta los extrovertidos pueden ser tímidos. La diferencia es que los introvertidos se sienten más jóvenes después de tomarse un tiempo a solas. Frecuentemente disfrutan actividades en silencio como leer su libro favorito o pasar tiempo con algún amigo cercano, ya que es muy poco probable que se abran a una nueva persona de inmediato. Por otro lado, a los extrovertidos les gusta pasar su tiempo libre entre la gente.
La timidez no tiene que ser una debilidad o quitarte la oportunidad de ser exitoso. De hecho, los emprendedores tímidos tienen una gran ventaja sobre los extrovertidos: casi nunca comparten en exceso. Escuchar efectivamente es una habilidad muy importante que todo emprendedor puede tener y es un talento que la gente tímida maneja con naturalidad.
Es un hecho que eres capaz, que lo creas es tu elección.
Anibal Pérez
1. Haz una lista con tus fortalezas personales y cualidades positivas
La timidez es un rasgo que puede formar parte del carácter de una persona. Pero un único rasgo no describe el perfil completo de un profesional que posee múltiples fortalezas, cualidades positivas y capacidades. Por tanto, realiza el siguiente ejercicio de autoconocimiento. Elabora una lista detallada en torno a aquellos factores que quieres destacar, por ejemplo, tus competencias, destrezas y habilidades.
2. Exponte a experiencias y situaciones nuevas de forma gradual
Los emprendedores en particular, y el ser humano en general, se caracteriza por su capacidad para afrontar la incomodidad. Algunas personas experimentan esta sensación cuando tienen que reorganizar su agenda tras un imprevisto que no habían tenido en cuenta. ¿Cómo emprender un negocio si eres una persona tímida? Exponte a situaciones nuevas en tu vida profesional. Por ejemplo, si asistes a una charla, haz una pregunta al ponente. Aunque no te guste hablar en público, afronta la situación.
3. Analiza diferentes alternativas de emprendimiento
Cada emprendedor debe encontrar su propio camino para materializar una idea de negocio. Y para encontrar una idea que se ajuste al perfil profesional, no solo es preciso tener en cuenta algunos factores del currículum: formación, experiencia previa y competencias. La timidez es otro rasgo que conviene valorar como parte del proceso de autoconocimiento. Por ejemplo, diseña una estrategia de emprendimiento que se adapte a tus necesidades. Siempre existe cierto grado de incomodidad o incertidumbre durante el proceso, pero puedes limitar el nivel de complejidad si encuentras un itinerario con el que te sientas más seguro.
4. La fuerza de los hábitos personales
La timidez puede llegar a convertirse en un límite para un emprendedor cuando encuentra numerosas excusas para evitar la decisión final. Sin embargo, los sueños pendientes se transforman en una carga cuando se analizan desde la perspectiva del paso del tiempo. Conecta con tu fuerza interior a través de una rutina consciente que se alinea con el objetivo profesional que quieres lograr. Y alimenta la constancia a través de hábitos que fomentan la motivación, la creatividad, la proactividad y el bienestar.
5. Cultiva tus habilidades sociales en eventos de Networking
El aprendizaje y la curiosidad son esenciales para los emprendedores. La formación no se limita al contexto concreto del aula. Existen otros entornos de emprendimiento en los que puedes entrenar tus habilidades para liderar un proyecto. Por ejemplo, asiste a eventos de Networking en los que puedes interactuar con otros perfiles profesionales. Visualiza el instante en el que presentas tu proyecto o hablas de ti mismo en una breve conversación de ascensor. Haz una síntesis a través de un discurso atractivo. (SG)