Buenos Hábitos Financieros Para Tus Hijos
Buenos Hábitos Financieros Para Tus Hijos
¿Es necesario promover la educación financiera para niños? Las finanzas personales y profesionales desempeñan un papel fundamental en nuestras vidas. Por eso es esencial sembrar las semillas de la educación financiera desde la más tierna infancia.
Al inculcar hábitos y conocimientos sólidos sobre el manejo del dinero en los niños, no sólo los preparamos para un futuro económicamente estable, sino que también les brindamos herramientas de valor para tomar decisiones a nivel provisional y alcanzar grandes metas financieras en sus futuras empresas. La educación financiera para niños no es una mera opción, sino una necesidad apremiante en nuestra sociedad.
Según estudios recientes, una gran proporción de adultos carece de conocimientos básicos sobre finanzas, lo que a menudo conduce a situaciones de endeudamiento y estrés económico. Al abordar este tema desde una edad temprana, podemos evitar que nuestros hijos se enfrenten a estos desafíos en el futuro.
Es un hecho que eres capaz, que lo creas es tu elección.
Anibal Pérez
Se Un Buen Ejemplo
Los niños adquieren su primera noción de cómo priorizar sus gastos al observar a sus padres todos los días, desde comparar precios en los supermercados hasta las compras impulsivas en línea que llegan a su puerta. Involucre a su hijo en sus decisiones financieras diarias llevándolo con usted cuando vaya de compras y explicándole sus opciones de compra, grandes y pequeñas. Esto lo ayudará a comprender la lógica detrás de sus gastos y, lo que es más importante, cómo su familia valora su dinero ganado con tanto esfuerzo.
Considera Recompensarlos
A algunas familias les gusta usar un poco de dinero en efectivo como una forma de reconocer y recompensar a sus hijos por su arduo trabajo cuando llegan los boletines trimestrales de calificaciones. Otros esperan que un incentivo financiero por obtener buenas calificaciones en la escuela pueda ser la inspiración necesaria para mejorar las bajas calificaciones. Independientemente de sus razones, pagarles a sus hijos por buenas calificaciones puede tener tantos beneficios como pagarles por hacer las tareas domésticas, desde ayudarlos a establecer la conexión entre el trabajo duro y el éxito hasta brindarles una oportunidad financiera para desarrollar buenos hábitos de gasto personal.
Inculca El Hábito Del Ahorro
La otra cara de la moneda para guiar a tus hijos a tomar buenas decisiones de gasto es alentarlos a reservar dinero que no sea para gastar. Si les das una mesada semanal o les pagas por sus buenas notas, considera pedirles que siempre ahorren una parte del dinero que reciben. Puedes utilizar el popular sistema de los frascos, en el que se utilizan tres frascos: uno para gastar, otro para ahorrar y otro para dar.
Abre Una Cuenta De Ahorros Con Ellos
A medida que su hijo crezca y su bote de «ahorros» comience a desbordarse, es hora de enseñarle cómo usar una cuenta bancaria para permitir que su dinero crezca de forma segura. Esto también sirve para brindarle una introducción al mundo adulto de la administración financiera. Puede abrir una cuenta en línea, pero llevarlos a una sucursal física ayudará a eliminar parte del misterio detrás de la banca y consolidar la experiencia para ellos. ¡Y hasta podrían recibir un obsequio de una calcomanía o una piruleta! Si bien la mayoría de las cuentas bancarias requieren que tenga 18 años para abrir una, un niño puede abrir una cuenta de ahorros con un custodio a cualquier edad.
Enséñales La Diferencia Entre Deseos Y Necesidades
Esta es una gran lección, que probablemente llevará años de pequeños recordatorios inculcar, pero también es una que no requiere mucho esfuerzo concertado de tu parte. Solo necesitas ser constante. Comienza por tener una conversación básica sobre deseos y necesidades, donde expliques las principales diferencias, al tiempo que reconoces que es un espectro; a veces será difícil notar la diferencia. Por ejemplo, la ropa es una necesidad, pero las prendas de vestir caras y especiales pueden considerarse un deseo. Hazles saber que siempre les brindarás sus «necesidades» generales, incluyendo comida saludable, alojamiento (incluyendo las cosas que hacen que tu casa sea habitable: electricidad, agua, calefacción, muebles, etc.), ropa y transporte. Pero los «deseos» son discrecionales e incluyen cosas que entretienen (juguetes, juegos, dispositivos electrónicos) y versiones más caras de una «necesidad» donde el costo adicional es más un lujo que una necesidad.
Enséñales Cómo Hacer Un Presupuesto
Conocer la diferencia entre deseos y necesidades es un aspecto central de la elaboración de presupuestos que ayuda a sentar las bases de la responsabilidad financiera. El sistema de los tres frascos mencionado anteriormente es, de hecho, una forma preliminar de elaboración de presupuestos, en la que se reserva dinero para el futuro (ahorros) y la diversión (deseos), así como para la filantropía. (Una nota al margen: si bien el presupuesto de su hijo aún no incluirá las necesidades, puede enseñarle cómo priorizar el gasto en necesidades al incluir a sus hijos en su propia decisión de presupuesto familiar). Una vez que su hijo crezca un poco, estará listo para un poco más de complejidad. (SG)