Construye Tu Marca Personal
Construye Tu Marca Personal
El desarrollo de una estrategia de marca personal puede tener varios beneficios, tanto en lo profesional como en lo personal. Descúbrelos. La marca personal es la forma en que una persona se presenta a sí misma ante los demás, tanto en el ámbito profesional como en el personal. Se trata de una herramienta cada vez más importante en un mundo en el que la competencia es cada vez más fuerte.
El desarrollo de una estrategia de marca personal tiene muchos beneficios, tanto para la imagen profesional como para las oportunidades laborales. Algunos de estos beneficios son:
Es un hecho que eres capaz, que lo creas es tu elección.
Anibal Pérez
Generar confianza: Una marca personal bien concebida te ayudará a transmitir seguridad y credibilidad a tus clientes, colaboradores y empleadores potenciales.
Demostrar autoridad: Una marca personal te permite mostrar tu experiencia y conocimiento en tu campo de trabajo, lo que te posiciona como un referente o un experto en tu sector.
Diferenciarte y especializarte: Una marca personal te ayuda a destacar entre la competencia y a ofrecer un valor añadido a tu público objetivo, lo que te hace más atractivo y memorable.
Aumentar tu valor percibido: Una marca personal te permite fijar precios según el valor que aportas con tus servicios o productos, lo que mejora tus ingresos y rentabilidad.
Atraer oportunidades: Una marca personal te abre las puertas a nuevas posibilidades de colaboración, Networking, proyectos o empleos que se ajusten a tus intereses y objetivos profesionales.
Pero, ¿Cómo se construye? A continuación, compartimos algunos tips para desarrollar una estrategia de branding personal efectiva.
Autoconocimiento. Descubrirse a uno para poder transmitirlo, es necesario definir y plasmar los valores, gustos, metas, características y planes que integran al individuo.
¿Cuál es el objetivo? Habrá que tener presente para qué se quiere usar la marca en cada uno de los aspectos en los que se propone aplicarla. Cabe recordar que, una vez que se trabaja con ella, hay que ser coherente en todo momento.
Identificar al público. Antes de diseñar una estrategia de comunicación se debe seleccionar y delimitar a quienes escuchan para comprender qué les interesa, cómo se comportan y la manera de hacerles llegar los mensajes.
Distinguirse. Evidentemente, para ser único hay que disponer diferenciadores que permitan tener una clara disimilitud del resto.
Crear la imagen. Es tiempo de elegir cómo dirigirse al segmento, tanto en la forma y tono como las representaciones visuales, aunque, como se verá en un punto posterior, se requiere adaptarse a los consumidores.
Poner en marcha una estrategia. Por supuesto, hay que definir el plan de acción para tener presencia y actuar conforme a él, uno de los principales campos de actuación son las redes.
Cuidar la reputación. La marca personal debe gestionarse, escuchar lo que se dice y contener las crisis, la coherencia, autenticidad, ética y profesionalismo son fundamentales.
Redes de contactos. Ser único no es igual a estar solo, hay que construir un entramado con el cual relacionarse, sostener y favorecer la identidad.
Replantear. Los seres humanos cambian, maduran con el transcurso de los años, se debe evaluar regularmente si la identidad o las estrategias en las que se desarrolla tienen que modificarse. (SG)