Los Peligros De Trabajar Sin Objetivos
Los Peligros De Trabajar Sin Objetivos
Cuando no fijas objetivos semanales claros, te expones a varios riesgos y problemas:
Exceso de reactividad: Sin un rumbo definido, es fácil caer en la trampa de la reactividad. Pasas el día respondiendo a los estímulos externos, a las peticiones de otros, a las (aparentes) urgencias que van surgiendo. Pero esas “urgencias” rara vez te acercan a tus metas importantes.
Improvisación constante: Sin una hoja de ruta, cada día te toca improvisar sobre la marcha. Decides en el momento qué hacer, en base a lo que te parece más apremiante (a menudo, lo que «grita» más). Pero esa improvisación constante te lleva a la dispersión, y dificulta el progreso real en tus proyectos y objetivos.
Sensación de estancamiento: Cuando no tienes metas claras, es difícil ver el progreso. Aunque estés tachando tareas, no sabes si estás avanzando en la dirección correcta. Eso genera una sensación de estancamiento, de no estar llegando a ninguna parte a pesar del evidente esfuerzo.
Desmotivación y frustración: Sin objetivos inspiradores, el trabajo se vuelve tedioso y desmotivador. No ves el sentido de lo que haces, no tienes un “para qué” claro. Y esa falta de motivación acaba pasando factura a tu productividad y bienestar.
Trabajar sin objetivos es como navegar sin mapa ni brújula. Sin duda alguna vas a estar muy ocupado, quizás incluso vas a recorrer mucha distancia, pero sin garantías de estar acercándote a tu destino deseado.
Es un hecho que eres capaz, que lo creas es tu elección.
Anibal Pérez
Eleva Tu Punto De Control Semanal
Por eso, te animo a completar y potenciar tu preparación semanal de tareas y eventos, tu Punto de Control semanal, añadiendo esta “capa” de objetivos semanales. Para ello puedes incorporar las siguientes preguntas clave que te ayudarán a practicar el Trabajo Inteligente que tú y yo buscamos:
- Cuando llegue el viernes próximo, ¿Qué es lo que tengo que haber conseguido?
- ¿Qué partes de mis proyectos tengo que haber completado o solucionado?
- ¿En qué áreas de mi trabajo/proyectos/clientes debería centrarme esta semana?
- De esta lista de tareas que tengo delante, ¿Qué cosas me ayudarán a conseguir eso?
Agregar estas preguntas a tu esencial Punto de Control semanal apenas incrementará el tiempo de preparación, y a cambio tendrás una referencia clara y vital para poder centrar tus esfuerzos.
Con estas preguntas, u otras similares que se te puedan ocurrir, lograrás fijar un rumbo claro para los siguientes días: dónde estás y adónde quieres llegar. (SG)