Salud Financiera De La Empresa: ¿Cómo Cuidarla?
Salud Financiera De La Empresa: ¿Cómo Cuidarla?
La salud financiera de la empresa es la capacidad de controlar el capital para hacer frente a todos los gastos, realizar inversiones y obtener beneficios. Saber cómo mantener las finanzas saneadas es esencial para cualquier empresa.
Cuidar la salud financiera de la empresa va más allá de pagar las facturas a tiempo. Paralelamente a los pagos, una empresa con finanzas sanas puede tener un buen stock, invertir en nuevas soluciones y acciones y seguir siendo rentable a corto, medio y largo plazo.
Es un hecho que eres capaz, que lo creas es tu elección.
Anibal Pérez
¿Qué Puntos Deben Evaluarse?
Descubre qué datos deben medirse para saber si la salud financiera de la empresa es realmente positiva:
Facturación: Mide cuánto dinero ingresa por la venta de soluciones.
Recibos: Es diferente de la facturación, ya que mide lo que se ha recibido realmente. Un índice importante para las empresas que venden a plazos.
Ticket medio: Mide cuánto suelen gastar los clientes en promedio en cada compra.
Endeudamiento: Mide la cantidad de recursos procedentes de los préstamos que se utilizan para hacer viables las operaciones de la empresa.
Beneficio: Va más allá del volumen de negocio y muestra si las ventas dan beneficios, es decir, lo que queda después de cubrir todos los costes.
Break even: También llamado punto de equilibrio, es la suma de los gastos fijos y variables y su relación con el volumen de ventas.
4 Consejos Para Cuidar La Salud Financiera De La Empresa
Si quieres saber cómo cuidar la salud financiera de la empresa, aquí tienes 4 valiosos consejos sobre puntos a los que prestar atención en la gestión empresarial.
1. Planificación
Toda empresa necesita una buena planificación estratégica, basada en el estudio del mercado, los clientes y los productos, además de la contabilidad. Si se siguen los pasos correctamente, la posibilidad de cometer errores es menor y es más fácil predecir los posibles resultados. Prepara alternativas para diferentes escenarios y prepárate para situaciones de emergencia que pueden desestabilizar las finanzas. Entiende cuáles son los gastos y mantenlo todo organizado, evitando retrasos y optando, siempre que sea posible, por los pagos automáticos.
2. Fondo De Emergencia
Dentro de la planificación financiera, establece la creación de un fondo de emergencia. Este tipo de ahorro debe ser capaz de cubrir de 3 a 12 meses de gastos (analiza el periodo que más le convenga a la empresa). De este modo, aunque se produzcan imprevistos, la organización podrá mantener los salarios y otros gastos mientras desarrolla estrategias de recuperación.
3. Inversiones Rentables
Invertir en las soluciones más rentables para la empresa. Esto se aplica al desarrollo de nuevos productos y servicios, a la creación de campañas de marketing e incluso a la inversión en carteras financieras.
4. Uso De Buenos Indicadores Financieros
Por último, recuerda definir buenos indicadores de rendimiento para evaluar la salud financiera. Los KPIs (Indicadores Clave de Rendimiento) deben estar alineados con los objetivos estratégicos y ser capaces de medir si las acciones están realmente funcionando o necesitan ser revisadas.
Indicadores Para Medir La Salud Financiera
1. Las ganancias totales: Son la cifra resultante de restarles a los ingresos el coste de los productos o servicios que has vendido. De ti depende elegir cuál quieres que sea tu margen de beneficios brutos y si este se adapta a tu cliente tipo.
2. El beneficio obtenido: Es decir, la cantidad de dinero que tienes después de haberles pagado a tus proveedores. Se obtiene tras restarles los gastos totales a los ingresos totales. En el primer concepto debes incluir lo que has pagado por la mercancía, pero también lo que te cuesta el sueldo de tus empleados, la conservación y la manipulación de los productos.
3. El margen de beneficio: Cuando lo obtengas sabrás cuál es el porcentaje de tus ingresos que se convierte en beneficios. Calcúlalo restándoles los ingresos a los gastos y divide la cifra por los ingresos totales. Obtendrás lo que se conoce como margen neto de beneficios. Lo mejor es que ejecutando esta operación podrás saber cuándo ganas más y cuándo menos ajustando así los precios a la demanda.
4. La rotación de las cuentas por cobrar: Es posible que vendas algunos productos a crédito. Debes saber cuánto tiempo tardas en recuperar el dinero invertido. Divide las ventas netas a crédito por el promedio de las cuentas que te quedan por cobrar. Obtendrás el índice de rotación.
5. La razón circulante: Te permite saber cuánto dinero tienes disponible o cuánto podrías tener para afrontar una compra esencial para seguir adelante. Recuerda que también tus acreedores pueden usar esta fórmula para saber cuánto vas a tardar en pagarles. Solo tienes que dividir el activo circulante por el pasivo circulante.
6. La captación de clientes: Es imprescindible que controles cuántos beneficios genera cada cliente nuevo que consigues. Divide el beneficio neto que puede dejarte un cliente por el coste de adquisición de ese cliente. (SG)